Te haz preguntado ¿Cuando y cómo podemos hacer uso del comestible de cannabis? Antes de hacerte la pregunta, te aseguro que lo consumiste. Está es la razón principal de la gran controversia. Entre pacientes y técnicos profesionales de dispensarios surje el tema de que los comestibles no son confiables a la hora de ingerirlos porque los efectos son desagradables. Una respuesta totalmente falsa. Es la deficiencia del conocimiento y la falta de orientación profesional antes de haberlo probado o consumido.
Un comestible es una forma de consumir el cannabis medicinal sin tener que vaporizar el THC. El proceso de metabolizar el cannabis a través de la vía oral suele tener variaciones en grado cuando pasa por los diferentes sistemas del cuerpo, en especial a través del hígado. Sus efectos pueden potencilizase. La psicoactividad y los efectos del cannabis no dependen de los cannabinoides sino de los niveles de terpenenos, del metabolismo individual de cada persona y de lo que se haya consumido en comida ese día, en otras palabras, es un escenario que se debe visualizarse completo.
Cuando se ingiere cannabis, tu saliva inmediatamente comienza a descomponer el THC, una vez que llega al estómago y al hígado, se convierte en 11-hidroxi-THC, un compuesto más potente que Delta-9-THC. Esto se atribuye a la afinidad de unión del 11-HO-THC con el recepto CB1, cuando más se une, mejor activa el receptor. Puede que para todos sea complicado entender el proceso, pero en otras palabras, el hígado es responsable de esta transformación química y potencializar la dosis principal del comestible.
Esta es la razón por la cual un técnico de dispensario recomienda comenzar con una dosificación mínima hasta conseguir la dosis óptima que el cuerpo pueda recibir en balance perfecto, evitando síntomas de incomodidad. No consuma comestible con el estomago vacío, la alimentación y el consumo de agua es esencial a la hora de ingerir estos productos.